top of page

Lugares de mi vida

  • Foto del escritor: laszapatillasdelucia
    laszapatillasdelucia
  • 3 sept 2020
  • 2 Min. de lectura

Siempre que recomiendo a alguien viajar al norte le digo que es mi pequeño gran trocito del paraíso.


Posicionándose como el segundo Parque Nacional más visitado tenemos los Picos de Europa, situados en la Cordillera Cantábrica, comparten extensión por tres Comunidades Autónomas, Cantabria, Asturias y Castilla y León. Fue declarado Parque Nacional hace más de un siglo, en 1919, siendo el primer Parque Nacional Español, en sus inicios tan solo pertenecía al parque la Montaña de Covadonga y se fue expandiendo poco a poco hasta las 67.000 hectáreas que cubre actualmente.


No quiero hablar de la descripción del Parque, no quiero mencionar las alturas de sus picos, las partes que lo forman, quiero que este artículo sea tan personal, que pueda compartir mi pequeño gran trocito del paraíso con todos vosotros.


La primera vez que pisé estas tierras casi no sabía ni andar y el viaje se fue repitiendo en los años. Cada segunda quincena de agosto, desde que tengo uso de razón, carretera y manta, Mar Cantábrico y Picos de Europa.


La importancia de estas montañas que me han visto crecer, la empecé a entender ya inmersa en la carrera, Parque Nacional, Parque Natural, ZEPA, LIC… A mí me llamaba su magia, cortes escarpados imponentes a apenas 15 km del mar, senderos imposibles, pueblos que se aislaban hasta en verano, nieblas tan densas que te dejaban atrapado en la montaña, las vacas en medio de una carretera de un solo carril que un autobús tenía que esquivar para poder continuar su camino, el Picu Urriellu…


¿No os parece un lugar mágico?


No he visto aun nada más bonito que el sol reflejando en el Lago Enol visto desde el autobús que te sube a los Lagos de Covadonga.


Pero no es solo la montaña, la magia del norte reside en que puedes tener en un mismo lugar mar y montaña. No hablo precisamente de playas paradisíacas de arena blanca y agua cristalina, hablo de playas con cuevas y recovecos, con acantilados de infarto, con mareas de las de verdad, de las que el mar desaparece en marea baja y que te come la sombrilla cuando sube. De rías que aparecen y desaparecen, de bufones que te asustan cuando menos te lo esperas y de puestas de sol maravillosas entre acantilados. Es vivir con el pelo de leona cada día, las olas, el maravilloso paseo sin arena que quema hasta el agua.


Cada uno tiene su lugar especial en el mundo, para mí este es mi lugar, es magia, es vida, es mi magia y mi vida. Parece mentira que sin ser de allí encuentre casa y hogar… Mar y montaña.

Siempre diré que mi color favorito es el Azul Cantábrico, pero no siempre se puede explicar.


Isla de Mouro vista desde el Palacio de la Magdalena en Santander (Cantabria)


Lago Enol - Lagos de Covadonga en el Parque Nacional de los Picos de Europa (Asturias)


 
 
 

Comments


©2019 por Las Zapatillas de Lucía. Creada con Wix.com

bottom of page