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La España vacía

  • Foto del escritor: laszapatillasdelucia
    laszapatillasdelucia
  • 23 oct 2019
  • 3 Min. de lectura

Las próximas semanas la serie se va a centrar en la España Rural, o como se conoce ahora la España Vacía(da).

Para mí es un tema muy importante, tanto que realicé mi Trabajo de Fin de Grado (TFG) sobre ello. Al igual que muchos de vosotros, procedo de un pueblo y vivo en el mismo y, como todos, he escuchado historias sobre la prosperidad de la vida rural en otra época y la decisión de muchísima gente de quedarse y emprender. Industria, trabajo en el campo, construcción, servicios… Todos conocemos esta historia.

Cuando comencé mi TFG empecé a buscar historias como las de mi pueblo en muchos otros lugares y sobre los problemas de despoblación que el Instituto Nacional de Estadística avalaba. Llegó a mí un libro sobre este tema: “La España vacía. Viaje por un país que nunca fue” de un periodista muy comprometido con el medio rural, Sergio del Molino. Hoy vengo a contaros las reflexiones que me ha creado este libro y por qué lo recomiendo para toda la población en general. Los de pueblo entendemos muchas cosas de nuestra vida, los de capital nos pueden empezar a tener en cuenta.

No quiero hacer spoilers, pero es la mejor forma de entenderlo y quien sabe, quizás os enganche.

El libro comienza con una introducción muy poco convencional, la historia de un tenedor. Y es que en España todos tenemos asumido el significado de esta palabra, pero en el resto de lenguas del mundo, no se usa nada parecido, fork, forchetta, fourchette, forquilla. Todos tienen la misma raíz, la raíz de Forca, el utensilio de la agricultura que se podría decir, es un tenedor grande. En España nos hemos ido por lo culto, y es que: ¿Cómo algo tan sofisticado como un tenedor (que evita el contacto de las manos con la comida) va a nombrarse de una forma tan vulgar como un utensilio del campo? En este punto empecé a entender, que al igual que nuestro lenguaje, nuestra vida está condicionada por las ciudades. También nuestras costumbres han sufrido esto, puesto que cada año, todas las casas del país, despiden y dan la bienvenida al nuevo año desde el centro de Madrid.

Otro ejemplo es el que condicionó la elección de las capitales de las Comunidades Autónomas en su creación en la década de los 70s. En todas ellas se propuso que la capital debía de ser la ciudad más grande, los nacionalistas locales no estaban de acuerdo con eso, ya que consideraban que en ese crecimiento se había desarraigado de la esencia de la Comunidad a la que pretendía representar. De este modo, Santiago de Compostela es la capital gallega o Mérida la extremeña. Así como Jaca no consiguió ser la capital aragonesa, en la que primó la gran Zaragoza.

Hay una frase que quiero literalizar, “La vida nos predispuso a unos pocos (tan pocos como los que resisten en el páramo de la España vacía) a mirar el país a ras de meseta”. Todos los problemas que se sufren en el mundo rural no se ven desde las grandes ciudades, desde la Gran Vía o la Puerta del Sol, se ven desde la meseta, desde las montañas. Y actualmente en algo más de la mitad del territorio tan solo vive un 16% de la población, mientras que el resto se agolpa en menos de la mitad del territorio y hay sitios en los que es raro ver a gente joven, porque cuanto más pequeño es el pueblo, más difícil es encontrar a gente menor de 50 años.

En este libro he aprendido que la historia nos ha dañado, siempre. Dentro de la España que conocemos, aparecen dos países muy distintos, uno de ellos es la España Vacía(da), que conserva la tradición y la esencia de su historia, pero es incapaz de conservar la población.

Estas regiones a lo largo de la historia han supuesto un espacio en blanco entre ciudad y ciudad, salvaje, alejado… Lugar de destierro en aquellas épocas de luchas entre reyes y nobles, pues no hay mayor páramo y más desierto en España que la meseta castellana, y de todos es conocido que estos lugares fueron el granero nacional, donde se cultivaba lo que se podía para poder abastecer a la población después de la Guerra Civil.

España pasó, en muy poco tiempo, de ser un país campesino, a ser urbano, pero mucha gente que abandonó el campo en otras décadas no llega a pertenecer a la ciudad, porque el campo no los abandonó a ellos.


Imagen: Patones de arriba

 
 
 

3 Comments


Irene
Oct 24, 2019

Me parece un tema súper interesante y de mucha actualidad. Me gustaría que subieras más entrada para poder conocerlo as en profundidad.

Se deberían buscar soluciones que sean reales

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gpablos10
Oct 24, 2019

Una pena que cada vez este problema sea más notable y no sé busquen soluciones.

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pequenaraperita
Oct 24, 2019

Estoy deseando leer más sobre el tema. Gracias por toda la información que subes, es realmente interesante.

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