El lobo ibérico
- laszapatillasdelucia
- 16 abr 2020
- 3 Min. de lectura
Caperucita roja, los siete cabritillos, los tres cerditos, Pedro y el lobo… Son solo algunos de los ejemplos de cuentos populares de nuestra infancia, que tienen un animal en común, el lobo. En todos ellos el lobo supone un gran peligro para sus protagonistas, se come a alguien, es astuto, intenta engañar a los personajes y precisamente esa es la imagen que se ha instaurado del lobo en nuestro subconsciente, el lobo es el malo.
Pero ¿por qué tiene que haber malos y buenos en nuestra historia?, ¿existe realmente la acepción de bueno y malo, o es algo autoimpuesto por la sociedad?, ¿por qué precisamente este animal?
El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es una especie endémica de la Península Ibérica, que actualmente no cubre toda la Península, se hace más relevante su población en la parte norte de la misma. Es uno de los pocos depredadores que existen en nuestro país, se alimenta de las especies que caza y en ocasiones es competidor de carroñeros, comiéndose animales que hayan muerto de forma natural.
Son animales sociales, podría decirse que viven en familias, familias que se deben a su macho y hembra alfa, los cuales son los únicos que se reproducen y actúan como pareja dominante de la familia, de esta forma ellos mismos controlan su grupo.
Se trata de un animal clave para el equilibrio de los distintos ecosistemas, pero por la actividad humana, al igual que muchas otras especies se ha visto amenazado.
En 1970 estuvo al borde de la extinción debido a la gran persecución que hubo hacia ellos, y el cambio de las condiciones para su desarrollo debido a la actividad humana. Actualmente se encuentra en expansión en algunas zonas de la Península, las poblaciones más numerosas se encuentran en Castilla y León, Galicia, Cantabria y Asturias, siendo el norte de España los lugares donde se encuentra permitida la caza de esta especie, haciendo que de esta forma las poblaciones crezcan, pero esta vez en forma de ejemplares solitarios, en vez de familias, como acostumbran en su ecología.
A día de hoy es una especie catalogada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como En Peligro de Extinción, un alto grado de amenaza, con protección específica y seguimiento de las poblaciones.
Para nosotros, en mi caso Ambientólogos, aunque nos llamen Ecologistas, Terroristas, Abraza-Arboles y multitud de afecciones más, es imprescindible que las poblaciones se mantengan, cuanto menos, estables. Y es muy difícil poner de acuerdo a ganaderos que sufren pérdidas cada año o cazadores con sed de depredadores, y explicarlos por qué el lobo es tan importante en nuestra cultura, por qué no podemos permitirnos perderlo, cómo ayuda a los controles poblacionales de otras especies cinegéticas enfermas, dejando solo las especies en buen estado, cómo regula el ecosistema de forma natural, los desequilibrios que ocasiona su pérdida. Al final todo viene de la mano de las políticas, políticas de compensación, que no de prevención. Subvenciones de migajas por cabeza de ganado perdida, en vez de inversiones en medidas disuasorias.
Hace un tiempo, en una visita a una ganadería ecológica, que conserva el ganado en extensivo en distintos prados, preguntamos por la presencia del lobo, si había sufrido ataques. La respuesta fue que mientras que a otros ganaderos vecinos si los había atacado y había acabado con sus terneros, a él no. La razón era la inversión en medidas disuasorias llamadas Mastines. Su ganado no está estabulado, vive, de día y de noche, en el campo, y a sabiendas que no puede vivir con sus animales las 24 horas del día, introdujo con su ganado perros de gran tamaño que hacen que los lobos no se acerquen, porque tiene un competidor directo, de mayor tamaño que él, y con todas las de ganar.
La pregunta es ¿por qué no se regula la situación del lobo desde la política?, ¿por qué una vez más el medio rural se ve apartado de la vida diaria?, ¿por qué no se proporcionan ayudas para prevenir en vez de para curar?

Imagen: reproducción de la huella de un lobo ibérico
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