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El calentamiento de la Tierra

  • Foto del escritor: laszapatillasdelucia
    laszapatillasdelucia
  • 19 dic 2019
  • 3 Min. de lectura

En el universo encontramos diversas formas de energía, la más abundante de ellas es la gravitatoria y seguidamente encontramos el calor, luz, energía electromagnética… En una parte muy pequeña otra de las energías que encontramos es la energía química, que es la más importante para los seres vivos.

La energía que llega a la Tierra procede principalmente del Sol y se emplea en su gran mayoría en el clima, es decir, calienta la atmósfera, océanos y la tierra, y da lugar a los movimientos. Ni siquiera un 1% de esa energía se incorpora de forma efectiva a los ecosistemas por medio de la fotosíntesis.

Toda la energía que recibe la Tierra es re-irradiada de nuevo, pero en este caso el Sol, del cual recibimos la energía y la Tierra, la que vuelve a emitir esa energía, emiten en longitudes de onda diferentes, por así decirlo, no siguen el mismo camino de emisión.

La temperatura promedio de la Tierra se encuentra en unos 15ºC (aunque según los últimos estudios esta temperatura se encuentra en un gran ascenso), y puesto que esta temperatura se mantiene a lo largo de la historia terrestre quiere decir que toda la energía que nos llega del Sol, es devuelta al espacio.

La temperatura promedio de la Tierra debería ser de -18ºC.

Pero estos enunciados son contradictorios, porque si emitiésemos la misma energía que recibimos, la temperatura media de nuestro planeta continuaría siendo de -18ºC, imposibilitando la vida en el planeta. Es aquí donde entra el efecto invernadero.

La atmósfera actúa como filtro, los gases que aparecen en ella absorben la radiación, quedando almacenada en ellos y aumentando la temperatura de la Tierra.

Explicando un poco más este efecto: el 100% de la energía solar que incide en la Tierra, no va a llegar a la superficie terrestre, un 10% se dispersa en las capas altas de la atmósfera, un 2% se absorbe en la capa de ozono y un 8% se absorbe en el vapor de agua atmosférico. Esto quiere decir, que con suerte nos llega un 80% de esa energía. Pero si nos encontramos en un día nublado, las nubes reflejan entre un 30 y 60% esta radiación y además absorben entre un 5 y 20%. En el peor de los casos no nos llegaría nada de radiación en ese día, y en el mejor de los casos, no llegaríamos a la mitad. Este efecto de reflexión por parte de las nubes, también se da en otro tipo de superficies que comparten color, como son las zonas heladas, estas zonas y las nubes evitan el sobrecalentamiento de la Tierra, es lo que científicamente se conoce como “Efecto Albedo”.

Así bien, una vez llega la energía a la Tierra, como hemos visto anteriormente esta tiene que ser emitida de nuevo al espacio, pero de ese 100% que emite nuestro planeta, tan solo sale al espacio un 16%, el resto, 84% es reirradiado de vuelta a la superficie terrestre desde la atmósfera, permitiendo que la temperatura de nuestro planeta se mantenga y lo haga habitable.

Estos efectos son producidos de forma natural, el efecto invernadero hace que nuestra vida sea posible, el problema es cuando deja de ser un proceso natural y con las acciones del hombre empiezan a aumentar esos gases que absorben la energía o la reirradian de vuelta a la superficie terrestre.

La próxima semana veremos qué sucede cuando en esta ecuación para la vida en la Tierra cuando el hombre empieza a tener un papel fundamental.


Imagen: nubes al atardecer en El Hoyo de Pinares

 
 
 

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