¿De Bota o de Bata?
- laszapatillasdelucia
- 21 may 2020
- 2 Min. de lectura
Siguiendo con la temática creada la semana pasada en cuanto a mis estudios, acercando las Ciencias Ambientales a todo aquel que no las conociese. Esta semana quiero hablar sobre dos partes fundamentales en esta carrera: las prácticas de laboratorio y las salidas de campo.
Hubo un profesor que dijo en una salida de campo que para entrar en Ciencias Ambientales deberían hacer pruebas de campo además de la Prueba de Acceso (Selectividad). Tenía mucha razón.
Nos hemos pasado una gran parte de la carrera en el campo y otra de ellas en el laboratorio, a veces con el día completo campo – laboratorio.
Mucha gente pensará que es normal tanto campo, aunque quizás no saben de qué iban nuestras visitas, pero no tantos ven común el pasar tanto tiempo en el laboratorio. Y lo cierto es que en ambos sitios hemos hecho de todo.
En el campo hemos visitado zonas para ver su geología, el impacto de la sociedad en el medio ambiente, inventariar especies, descubrir la vida asociada a los ríos, lagos y embalses, toma de muestras para el análisis de laboratorio de suelos y agua, realizar medidas de aprovechamiento de masas forestales, medir las características del suelo en distintas zonas, realizar informes de Evaluaciones de Impacto Ambiental, conocer especies amenazadas por el cambio climático o incluso ver cómo una localidad ha conseguido mantener su población.
Una gran parte del trabajo de estudiar Ciencias Ambientales es ser capaz de ponerte unas botas de montaña cada viernes bien prontito por la mañana y volver a casa de noche y lleno de barro hasta las rodillas.
La otra gran parte del trabajo es no confundirte con las prácticas de laboratorio que te tocan cada día, porque en los años que dura la universidad, no vas a salir de allí. Empiezas con una base de química y en el momento que termina esa preparación, casi a diario, analizas agua, suelo, aire, microorganismos, plantas, animales, contaminación en distintos materiales, técnicas para descontaminarlos eficazmente y si eliges aprender más con animales, prepárate para ver el periodo de ovulación de una rata o la tasa metabólica de una tortuga comparada con la tuya.
Como veis también se da un gran uso a la bata, que empieza dobladita y blanca y a medida que pasan las semanas va cogiendo tintes y una arruga permanente, almacén de bolis y rotuladores. Aunque otro gran amigo de la carrera es el EDTA, ese compuesto que bien te sirve para quelar un suelo, como para echarlo al cocido.
Es muy gracioso cuando preguntan ¿y tú qué eres, científico de bota o de bata? Y realmente hay una gran parte de científicos que no podrían diferenciar o elegir, recoges muestras a las 8 de la mañana y a las 2 de la tarde las analizas en el laboratorio. Muchas veces ese trabajo se te solapa y dedicas mucho tiempo para ambos, porque para obtener unos resultados fiables en el laboratorio, el trabajo de preparación en el campo es imprescindible.

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