Ciencias Ambientales
- laszapatillasdelucia
- 14 may 2020
- 2 Min. de lectura
He decidido escribir este artículo, del cual quizás salgan algunos más, debido a los casi seis años de continuas preguntas, comentarios diversos, apelativos que se utilizan comúnmente y que, claro, como todo ambientólogo, yo también he sufrido.
La primera de ellas es siempre chocante, ¿y eso para qué sirve? Y es que nuestra función en el mundo no está catalogada más allá de grupos ecologistas, con los cuales no tenemos nada que ver. Nos llaman ecologistas – terroristas o abraza-arboles, sin saber que la función de un ambientólogo va mucho más allá y que posiblemente sea de los pocos grupos en las ciencias naturales que incluyan al ser humano en cada ecuación que se pone sobre la mesa.
La conclusión de un gran conjunto de la población es que estudiar esto no te lleva a ningún sitio. Pero, todos estamos viendo cada día lo que pasa en el mundo y cómo de golpe nuestro planeta está cambiando, lo estamos cambiando.
Soy ambientóloga, he estudiado Ciencias Ambientales, y al principio yo tampoco sabía muy bien lo que era, pero según lo iba descubriendo, me gustaba más lo que estaba estudiando.
Es un grado universitario, cosa que también mucha gente desconoce, se encuentra dentro de la rama de ciencias, porque toda su base es científica, pero al tratarse de un ámbito tan global, es imposible no pisar lo social o económico. Siempre que empiezas esta carrera y ves la programación piensas, ¿derecho, economía? Pero luego te das cuenta de que todo se complementa y construyes un gran pensamiento crítico que te hace no solo ser un científico, sino poder defenderte con otros temas, al fin y al cabo, en los ecosistemas entramos todos.
¿Qué se estudia? Mucha gente se sorprendería si leyese que sales de la carrera con una gran base de química, siendo un especialista en la contaminación, recuperación y calidad de los suelos, con muchas horas de campo y laboratorio a la espalda, manejando sistemas informáticos estadísticos, haciendo mapas…
Las Ciencias Ambientales no son plantitas y animalitos, son horas dedicadas a legislación, ingeniería, aspectos técnicos, políticas, ordenación territorial y sólo si tú quieres indagar, un poquito de animalillos y plantas.
La formación en Ciencias Ambientales tiene un aspecto fundamental, para algunos puede ser malo, para otros bueno, pero recordemos que bueno y malo son unas palabras que vienen impuestas por nuestra cultura católica, es un aspecto fundamental que simplemente es.
“Somos aprendices de mucho, pero no somos maestros de nada”.
Si vas a estudiar Ciencias Ambientales grábalo a fuego, porque será tu día a día. Aprenderás muchísimas cosas sobre infinitos ámbitos, pero no tendrás tiempo para profundizar en ninguno. Por eso decía que mucha gente lo ve como algo negativo, pero para mí es todo lo contrario. Soy una persona con una visión tan global, me han enseñado a entender un poco de cada rama, que el ambientólogo es aquel que en grandes proyectos aúna las sabidurías de todos e impide que cada uno tire para su campo, llegando así a encontrar la equidad entre lo técnico, social, económico y científico.

Imagen: Lago Ercina - Lagos de Covadonga, Picos de Europa (Asturias)
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